XVIII
Arrincona, ciudad, tu azul bostezo
donde el miedo huele las rendiciones,
cuelga las ansiedades
y ese disfraz de huesos que te pones
para fingir alegres pantomimas:
ven al patio de seres macilentos
al infierno común del que camina
por calles de cansancio y duermevela.
Si nos haces reír, si nos traes chicle,
te inflaremos globitos de ternura.
domingo, 12 de abril de 2009
XVIII
Publicado por LA CIUDAD QUE RECORRO DEL POETA FRANCISCO MORALES en 16:33
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