XVII
La pátina de estatuas y paredes
no recoge la mugre, los resabios
que pudieran guardar
tus comediantes,
ciudad larga, tomada,
preñada de profetas sin tonsura…
corresponde a lo absurdo de ese rostro
de arrugas prematuras
que arrastras – y cargamos-
entre nubes y cerros y mentiras.

0 comentarios:
Publicar un comentario